Dicen que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero y cada vez son más los negocios o proyectos que se basan en ese principio para dar sus primeros pasos. El crowdfunding es una forma de financiación relativamente novedosa que se basa en aportaciones pequeñas pero numerosas. En este artículo, te contamos más detalles para aprovechar todo su potencial.
¿Qué es el crowdfunding y cómo funciona?
El crowdfunding o micromecenazgo es una forma de financiación colectiva de proyectos consistente en recurrir a pequeñas aportaciones de un número elevado de contribuyentes o mecenas.
Es una alternativa a los créditos bancarios para iniciar una actividad empresarial y/o social, por lo que es especialmente interesante para pequeños negocios o proyectos con posibilidades de endeudarse limitadas o nulas.
Actualmente, este tipo de financiación está más arraigado en los sectores social (ONG, salud, educación...), cultural (literatura, arte, cine...) y de divulgación de contenido (youtubers, blogs, prensa digital...). También está ganando bastante popularidad entre startups, como el juego Exploding Kittens, y empresas vinculadas con el desarrollo de zonas rurales y la ecología, como Madrid Km Región y Apadrina un olivo son algunos ejemplos de crowdfunding.

Como vamos a ver a continuación, el crowdfunding tiene fórmulas variadas, pero se basa siempre en la confianza de los inversores. La principal razón de los mecenas para aportar al proyecto es su utilidad social e impacto positivo, con el que se sienten personalmente identificados.
Por eso, la comunicación es un pilar básico en todas las campañas de crowdfunding. Es imprescindible dejar claro en todo momento qué cantidad de dinero necesitas, qué vas a conseguir con ella y los progresos que realizas para lograrlo.
Tipos de crowdfunding
Las iniciativas de crowdfunding o micromecenazgo se pueden agrupar en cuatro tipos, en función de los retornos que consiguen los inversores:
Crowdfunding de donación
Como su nombre indica, la donación es el crowdfunding solidario donde los inversores no esperan nada a cambio de sus aportaciones. Donan su dinero o recursos únicamente porque se identifican con el proyecto y desean que salga adelante.
La donación es el tipo de micromecenazgo que más confianza requiere por parte de los contribuyentes. Puede funcionar cuando el proyecto tiene un fin social o solidario fácilmente identificable. Esto incluye organizaciones sin ánimo de lucro, pero también puede ser viable para empresas de iniciativa social o fuertemente implicadas en el desarrollo local de una zona.
En cualquier caso, si tienes un proyecto de negocio que aspira a generar beneficios a medio plazo, lo mejor será ofrecer algún tipo de recompensa a tus inversores para aumentar su implicación. Como vamos a ver a continuación, las posibilidades para ofrecer retornos son muy variadas y no solo monetarias.
Crowdfunding de recompensas
Son las campañas de crowdfunding en las que los mecenas reciben un retorno no monetario como recompensa por su aportación. Es decir, no recuperan el dinero invertido, pero sí reciben otro tipo de gratificación.
Algunas de las recompensas más frecuentes de este tipo de crowdfunding son:

Crowdfunding de préstamo
Es el tipo de crowdfunding en el que se devuelve a los inversores el dinero que aportaron al proyecto, con o sin intereses. Las deudas contraídas con campañas de crowdfunding se diferencian de los créditos bancarios en su cuantía: en lugar de firmar un préstamo de gran importe con un solo acreedor, recurres a muchos pequeños prestamistas que aportan cantidades de dinero más reducidas. De esta forma, el riesgo para ellos también es menor.
El hecho de que exista un retorno monetario no significa necesariamente que el interés de los mecenas sea menor o menos altruista. En la gran mayoría de los casos, prestarán su dinero porque se identifican con el proyecto y desean que salga adelante. Por tanto, cultivar las relaciones con los inversores es igualmente importante en este tipo de crowdfunding que en los demás.
A veces, las campañas de crowdfunding complementan los créditos y algunas entidades bancarias promueven esta combinación. Por ejemplo, la Fundación Triodos tiene su propia plataforma de crowdfunding.
Crowdfunding de inversión
Conocido en inglés como equity crowdfunding, es otro micromecenazgo que tiene un retorno material. En este caso, los inversores se hacen propietarios de una pequeña parte de la empresa que están financiando, recibiendo acciones o convirtiéndose en socios capitalistas. Cuando el negocio salga adelante, recibirán los repartos de beneficios que les correspondan y normalmente podrán participar en la toma de decisiones.
Este tipo de crowdfunding está bastante extendido en el mundo anglosajón, donde existen plataformas especializadas como Fundable.
Ventajas y desventajas del crowdfunding
El micromecenazgo es una forma particular de financiación que tiene sus ventajas e inconvenientes.
Puntos fuertes del crowdfunding
Las principales ventajas del micromecenazgo como forma de financiación son las siguientes:
Puntos débiles del crowdfunding
El micromecenazgo también tiene sus limitaciones como forma de financiación. Estos son los principales inconvenientes del crowdfunding para financiar un negocio:
Plataformas de crowdfunding para financiar un negocio para emprendedores
El desarrollo del crowdfunding está vinculado a Internet por razones obvias: es el canal más eficaz para llegar a grandes cantidades de gente. Las plataformas virtuales permiten recaudar fondos en línea para las campañas de micromecenazgo. A continuación, te presentamos tres sitios web de crowdfunding que puedes utilizar para financiar un pequeño negocio:
GoFundMe

Es una de las plataformas de crowdfunding con mayor presencia en Europa y Norteamérica. La mayoría de sus campañas tienen un fin social y solidario, pero también incluye una sección específica para negocios.
El funcionamiento de GoFundMe es bastante intuitivo: solo hay que crear una cuenta, iniciar una campaña, fijar una meta de financiación y difundir el proyecto por email y redes sociales para empezar a aceptar aportaciones. En España, GoFundMe cobra una comisión del 2,9 % + 0,25 € por cada transacción realizada con tarjeta bancaria o PayPal.
Al acabar la campaña, se pueden recuperar todos los fondos recaudados, tanto si se ha alcanzado la meta de financiación establecida como si no.
Kickstarter

Es una plataforma de crowdfunding popular con especial arraigo en el mundo anglosajón. Kickstarter es un sitio web centrado en proyectos creativos que ya ha permitido financiar más de 150 000 iniciativas. Tiene unas normas más acotadas que otras webs de micromecenazgo:
Kickstarter se financia con una comisión de 5 % para la plataforma y una comisión por procesamiento de pago de entre el 3 % y el 5 %. Si un proyecto no alcanza la meta de financiación en el plazo previsto, no se cobra ninguna comisión.
Ulule

Es una de las plataformas de crowdfunding más famosas de Europa. Fundada en 2010, Ulule funciona con el micromecenazgo de recompensas; es decir, es obligatorio ofrecer un retorno a quienes contribuyan al proyecto. Se usa principalmente para proyectos artísticos y creativos y hasta el momento ha servido para financiar 30 000 iniciativas.
Ulule también funciona con el sistema de «todo o nada»: es necesario conseguir todo el dinero previsto y, si no, se considera que el proyecto no se puede llevar a cabo y se devuelve el dinero a los mecenas.
En España, esta plataforma cobra una comisión del 8,1 % para los pagos por tarjeta bancaria y del 5 % para los pagos por transferencia bancaria o cheque.
La comunicación: pilar básico del crowdfunding
Cultivar las relaciones con tus prospectos —tanto si son mecenas como si no lo son aún— es especialmente importante en este tipo de campañas, basadas en la confianza más que en el valor de los productos o servicios ofrecidos. Por tanto, la comunicación tiene una importancia reforzada en todas las fases del proyecto.
En primer lugar, los potenciales mecenas querrán conocer la historia de tu proyecto de una forma clara y sin dejar de lado el componente humano, que les permitirá empatizar con la idea. Deberás utilizar técnicas de storytelling para que el mensaje sea conciso y claro. Una buena práctica suele ser acompañar la presentación con un vídeo breve.
Después de la presentación inicial, los esfuerzos deben continuar. La campaña de marketing debe tener una cierta duración para estrechar el contacto con tus potenciales inversores y llegar a otras personas que aún no conocen el proyecto.
El potencial del email marketing en el crowdfunding
El correo electrónico es el canal con el que más se optimiza la inversión en marketing y las campañas de crowdfunding no son una excepción. El email marketing tiene un gran potencial para fomentar la implicación personal de los prospectos que necesita un micromecenazgo exitoso:
Naturalmente, las redes sociales también tienen un gran potencial para complementar estos esfuerzos y permanecer en contacto con tus seguidores. En función de tu público objetivo, te puede interesar más usar Facebook, Instagram, LinkedIn, Telegram... Lo más importante será elegir bien y optimizar tu tiempo y tus esfuerzos para fortalecer tu comunidad.
En definitiva, los proyectos de crowdfunding son una forma de financiación que entraña sus riesgos y su idoneidad depende del tipo de negocio o proyecto. Si recurres a esto, tendrás que enfrentarte a una incertidumbre inicial considerable. Sin embargo, si tu campaña de micromecenazgo alcanza sus metas, tu negocio nacerá con una fortaleza de un valor incalculable: una comunidad comprometida con él desde el primer momento.
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